La conquista española tuvo como consecuencia dos importantes fenómenos en el plano lingüístico: la transculturación en algunas áreas asociada a la desaparición de lenguas vernáculas y, en el área andina, se produjo una aculturación lenta y compleja (salvo en las zonas costeras donde este proceso fue más veloz).
Inicialmente la política de la corona era la rápida difusión del español para lograr la evangelización: fue un fracaso. Por esta causa se debió hacer lo inverso: los españoles tuvieron que estudiar las lenguas indígenas para así lograr la catequización. Esta inversión de planes favoreció la propagación y fortalecimiento de las lenguas amerindias (aún las que no habían llegado en época pre- hispánica)
El fracaso de la castellanización se debió a diverso factores:
- Desproporción cuantitativa entre españoles e indígenas.
- El sistema de dominación colonial (poco contacto interétnico)
- La enseñanza del español a impartir a todos los nativos sólo consistía en la memorización de oraciones y fórmulas doctrinales.
- Los esfuerzos educativos formales fueron destinadas a los aborígenes principales (curacas y familiares).
El bilingüismo en los mestizos se daba por su propia condición y su mayor contacto con los españoles.
La documentación colonial revela que durante casi tres siglos naturales americanos no poseían competencia lingüística castellana.
Otra perspectiva del bilingüismo andino es el uso del quechua por parte de los conquistadores europeos (para el comercio y la catequización).
El español andino durante muchos siglos fue configurándose (con el doble asedio del español y el quichua) en una matriz unificadora de la variedad. Tanto es el alcance este proceso (repleto de préstamos y transferencias) que hasta en la documentación privada se manifestaba. Muestra de ello son los siguientes fenómenos:
- Confusión de vocales e/ i y o/ u y reducción de diptongos: ausinte, subreno, ovirame, tirra, noybo, por ausente, sobrino, hubièronte, tierra, nuevo.
- Alternancia de pronombres personales o posesivos, referidos al mismo destinatario: tu- vuestra merced, tu- vuestro.
- Anomalías de concordancia genérica y numérica: buestro filigaciòn, algùn provisiòn.
- Anomalías en el uso de pronombres personales oblicuos : quedaron de enviarle dineros y nunca se lo embicaron.
- Anomalías debido a la ausencia de artículo: y si no enteramos nosotros para tantos trabajos ban los alcaldes y principales ni gobernador esta seguros; nosotros quisiéramos ir a Chuguisaca o Lima a alcanzar algùn provisiòn para descanso de pobres indios.
Actualmente se han identificado en varias zonas andinas no bilingües variedades maternas de castellano que presentan numerosos rasgos desviantes que corresponden a los patrones de interferencia que se manifiestan en zonas bilingües. Con esto se hace evidente que no se trata ya sólo de un fenómeno de adstrato sino que la continuidad histórica del bilingüismo ha dado lugar, en zonas que en el presente no son bilingües, a variedades de castellano materno divergentes de cualquier castellano estándar, las cuales inclusive han sido tipificadas como variedades criollas o cuasi-criollas (pidgins) . Aunque evidentemente la formación del castellano andino estándar ha sido determinada claramente por el bilingüismo histórico del área.
Durante siglos el quechua (o el aimara) y el español han convivido interfiriéndose recíprocamente en sus estructuras, en una relación funcional que ha sido y sigue siendo claramente diglòsica. Pero además el español con fuerte impronta quechua de los bilingües tiene un escaso alcance funcional, limitado como está al uso oral y al escrito de carácter privado en los hablantes alfabetos.
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