domingo, 30 de octubre de 2011

Historia de Bolivia

Bolivia (quechua: Bulibya Mamallaqta; aimara: Wuliwya Suyu; guaraní: Tetã Volívia), oficialmente llamado Estado Plurinacional de Bolivia,[][] es un país situado en el centro-oeste de América del Sur, miembro de la UNASUR, que cuenta con una población de cerca de 10,5 millones de habitantes.[] Limita al norte y al este con Brasil, al sur con Paraguay y Argentina, y al oeste con Chile y Perú. El territorio boliviano es el sexto más extenso de América Latina y comprende varios espacios geográficos como la Cordillera de los Andes, el Altiplano, la Amazonía, El Pantanal, y el Chaco, siendo así uno de los países con mayor biodiversidad del mundo[] además de contar con el Lago Titicaca (compartido con Perú), el lago navegable a mayor altura del mundo[] y el Salar de Uyuni, el mayor depósito de sal en el mundo.[] Desde finales del siglo XIX, es un país sin costas marítimas, sin embargo posee puertos sobre ríos de las dos principales cuencas fluviales de Sudamérica, las que lo comunican con el océano Atlántico. 
Políticamente, Bolivia se constituye como un Estado pluricultural, descentralizado y con autonomías. Se divide en nueve departamentos. La ciudad de Sucre es la capital y sede del órgano judicial, mientras que la Ciudad de La Paz es la sede de los órganos ejecutivo, legislativo y electoral. 
En el territorio boliviano se desarrollaron civilizaciones antiguas, como la Cultura Tiahuanaco y la Cultura Hidráulica de las Lomas. Los imperios Inca y español conquistaron el territorio hasta que el país se independizó de este último en 1825. Bolivia, al haber heredado las tradiciones del mestizaje colonial y las culturas precolombinas, es un país multiétnico y pluricultural, rico en la mezcla de tradiciones y folclore de habitantes mestizos, indígenas collas, yungas y guaraníes, blancos descendientes de criollos, afrobolivianos, y en menor proporción, de emigrantes europeos y asiáticos. 

Período prehispánico 


En Bolivia aparecen restos de ocupación humana desde el 12.000-10.000 a. C. en el Yacimiento de Viscachani ((cita requerida)). Hasta el 1.200 a. C. se desarrollan unas culturas sedentarias en el altiplano. La Chiripa y Wankaranison las dos más importantes del periodo formativo a partir del 1.200 a. C. 
La cultura de Tiwanaku, cerca del Lago Titicaca, marca un momento de florecimiento cultural de la zona altiplánica, extendiéndose su influencia por toda el área andina. Esta cultura era considerada antiguamente la "cuna de las civilizaciones americanas. 
En torno al 1.100 a. C. Tiwanaku desapareció y se produjo una lucha entre los diferentes grupos que habitaban la región: aymaras, collas, lupacas y pacajes. Los aymaras establecen un dominio que abarca Arequipa y Puno en el Perú, La Paz, Oruro y Cochabamba, que perduró hasta que, en 1438, el Inca Pachacútec derrotó al último soberano aymara, Chunqui Cápac, incorporando el altiplano boliviano al Imperio inca (Tahuantinsuyo), como parte de la provincia del Collasuyo, e imponiendo el quechua como lengua oficial, aunque el aymara se continuó hablando regularmente. El Imperio inca adoptó los estilos arquitectónicos tiwanakotas y otros conocimientos.  
El Inca Huayna Cápac mandó levantar fortalezas en la frontera oriental para detener el avance de las hordas guaraníes que invadían los valles y pampas de Santa Cruz. Los incas lograron avanzar hasta estas regiones y pactaron con los chanés una defensa común de las invasiones guaraníes. Durante el periodo incaico se construyó una ciudad próxima al templo edificado por los chanés. Esta ciudad fue la principal edificación incaica en la región. El complejo arqueológico de Samaipata, ubicado en el departamento de Santa Cruz, es uno de los restos arqueológicos más importantes de la región, actualmente ya se han descubierto más de 50 edificaciones dentro de él. Ambos, incas y chanes fueron vencidos por las constantes invasiones guaraníes, quienes finalmente dominaron la región inclusive durante una buena parte de la colonia española. 
Una de las culturas andinas milenarias existente en la actualidad es la Kallawaya, ubicada en los valles interandinos de Charazani en el departamento de La Paz. Sus importantes conocimientos han conseguido que la Farmacopea Kallawaya, llegue a constituirse en la más grande del mundo, motivo por el cual, recientemente (2003) la UNESCO ha declarado a la Cultura Kallawa como Obra Maestra y Patrimonio Intangible de la Humanidad. 
Otras culturas andinas milenarias de gran importancia son los Urus y Chipayas del departamento de Oruro, de los cuales resaltan sus conocimientos en el arte de la pesca y construcción de viviendas. 
Otros restos arqueológicos y culturales de las tierras bajas de Bolivia en la zona oriental, son menos conocidos. Sin embargo, resalta la complejidad de los restos de canales, terraplenes y camellones desarrollados por la Cultura Hidráulica de las Lomas, la más extensa del continente americano, en los llanos de Moxos y Baures actualmente ubicados en el departamento del Beni. En el departamento de Santa Cruz existen ruínas arqueológicas de antigüedad no muy bien determinada que corresponderían a tres grupos principales (1) Provincia Velasco, (2) alrededores de Santa Cruz de la Sierra y (3) las pinturas rupestres de Santiago. Todas estas regiones estuvieron originalmente pobladas por culturas arahucas. 


La conquista 

La conquista del Imperio inca por Francisco Pizarro abrió el camino para la sumisión de la Bolivia actual en el año 1535 y el establecimiento de la Real Audiencia de Charcas, parte esencial del Virreinato del Perú, que abarcó todo lo que hoy es el territorio boliviano. Aunque la historia de Bolivia en el período virreinal se halla muy ligada al Perú, conociéndose con el nombre de Alto Perú. 


Una de las instituciones más importantes del gobierno colonial América fueron las Reales Audiencias, los organismos dedicados a desempeñar las funciones judiciales. La Audiencia de Charcas, fue la más alta autoridad jurídica del territorio del Alto Perú SIG, Tucumán, Río de la Plata y Paraguay. Tenía su sede en la ciudad de Chuquisaca, también llamada entonces La Plata y actualmente Sucre. 



La independencia 


La Independencia del Alto Perú fue un proceso revolucionario íntimamente ligado al surgimiento del Estado Argentino y la posterior independencia de España. Para contener el avance independentista promovido por las Provincias Unidas del Río de la Plata el virrey del Perú José Fernando de Abascal reincorporó a su autoridad la Real Audiencia de Charcas, como lo había sido hasta 1776, y desplegó sobre ella un poderoso ejército. Entre 1810 y 1826 el Alto Perú fue escenario de interminables combates y batallas entre los realistas peruanos y alto-peruanos y los patriotas argentinos y alto-peruanos, a los que se sumarían después de la independencia peruana los patriotas del Perú y la Gran Colombia que intentarían. 

La conquista de Bolivia fue errática y nunca llegó a completarse. Cuando llegaron los españoles, las tierras altas estaban  bajo el dominio inca. El lago Titicaca y el Altiplano boliviano fueron visitados por primera vez por los españoles en 1539. En 1539 Bolivia fue incorporada a la Audiencia de Charcas, llamada más tarde Alto Perú. Las tierras bajas bolivianas no fueron conquistadas desde el Altiplano sino más bien por los buscadores españoles de tesoros que salían desde Asunción, Paraguay, porque habían oído hablar de los metales preciosos del este. En la época en que esas fuerzas expedicionarias habían ya conquistado Santa Cruz de la Sierra, las fuerzas españolas de Perú se habían apoderado de los yacimientos de oro y plata del Perú y Bolivia. La competencia e incluso la hostilidad de las colonias peruanas impidieron que el grupo de Asunción continuara penetrando en las tierras altas.  

En 1545, se descubrió Potosí una montaña entra de plata. De inmediato, el gobierno español se dedicó a explotar esa riqueza; se llevaron esclavos africanos a trabajar en las minas, pero murieron en masa debido a la altitud y a las penosas condiciones de trabajo. Decenas de miles de indios fueron forzados a una esclavitud de facto, y Potosí se convirtió en el centro más popular de Hispanoamérica, con una población de más de 150.000 habitantes en una época en donde las demás ciudades importantes contaban con unos cuantos  miles.  
 
La obsesión por las actividades mineras creó una situación inestable, y toda modificación en la productividad de las minas de Potosí  tenía repercusiones profundas  en el resto de la región. Durante las primeras décadas de la explotación minera, se trabajó en los yacimientos de superficie, que eran fáciles de explotar y rico en mineral de  plata. Una vez que se acabaron  esos yacimientos se hizo necesaria la apertura de pozos, lo que requería un gasto considerable de capital y una tecnología más sofisticada. Los técnicos españoles introdujeron la técnica de amalgamación con mercurio, que era suministrado por la mina peruana de Huancavelica, monopolio real español. Esto consolidó la supremacía española sobre la producción de plata, y estimuló la creación de largas rutas de abastecimiento para satisfacer las necesidades de Potosí. La Paz,  fundada originariamente  en medio del territorio aimara como estación de paso entre Cuzco y el sur de Charcas, fue un puerto muy importante entre Perú y Potosí, y se convirtió en un gran centro comercial y administrativo. Con el incremento de la actividad minera en las tierras altas, se necesitaron mayores provisiones de hojas de coca para mantener el nivel de trabajo de los mineros, y las plantaciones de coca de la región de Yungas al este de La Paz pasaron a manos españolas, lo que contribuyó a la importancia comercial de esa ciudad. 

Cochabamba se fundó en 1571 en un fértil valle habitado por hablantes de quechua, y fue el principal puesto español para controlar sus actividades. En los alrededores de Cochabamba se cultivaba trigo y maíz, que se enviaba hacia Potosí, lo que convertía a Cochabamba en un punto importante en el esquema colonial boliviano. Otro asentamiento importante en los tiempos coloniales fue Chuquisaca (rebautizada con el nombre se Sucre tras la independencia) que controlaba gran parte de la región del sur hasta Tucumán, Argentina. Esa ciudad boliviana desarrolló una economía basada en el abastecimiento de carne y animales de carga a las minas de Potosí. Tarija, en el sur de Bolivia también proporcionaba carne y otras provisiones. La ciudad minera de Oruro fue fundada a finales del siglo XVII y se convirtió en otra ciudad de crecimiento rápido. 

La producción boliviana de plata alcanzó su cenit a mediados del siglo XVII. Durante el siglo siguiente se experimento una caída drástica de la producción lo que motivo la migración hacia fuera; sólo La Paz mantuvo una economía y una población estables. A finales del siglo XVIII se produjo una recuperación de la minería boliviana, pero nunca se alcanzaron los niveles anteriores. 

Buenos Aires sustituyó a Lima como  nudo principal del comercio de Charcas. La importancia de Buenos Aires fue reconocida por el gobierno español cuando la convirtió en virreinato en el siglo XVIII, y Charcas pasó a ser administrada desde allá. Así pues las tendencias sociales y lingüísticas responsables de la formación de la sociedad boliviana cambiaron en un período crucial  del desarrollo colonial, lo que explica, ciertos rasgos del español de Bolivia. 

Tras la independencia, Bolivia padeció guerras y disputas territoriales que tuvieron como resultado la pérdida de casi la mitad de los territorios originarios. Lo único que podemos hacer es especular sobre las consecuencias lingüísticas  de esa reducción del territorio, pero la pérdida de la región del Pacífico impidió que Bolivia recibiera un influjo importante de los rasgos lingüísticos costeros comunes a Perú y Chile y ausentes en las actuales tierras altas bolivianas. Aunque la economía boliviana tuvo un resurgimiento parcial como resultado de los nuevos yacimientos, nunca superó el aislamiento económico y cultural provocado por la pérdida de sus territorios costeros. 

En el siglo XV los incas, y con ellos la cultura y la lengua quechua, empezaron a penetrar en el territorio aimara al sur del lago Titicaca. Cuando los españoles llegaron a  Bolivia, el dominio inca no tenía ni un siglo de existencia pero ya existían núcleos de hablantes  de quechua.

No hay comentarios:

Publicar un comentario